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Contravía
Mal manejo de la crisis sanitaria por Covid-19
Por Factor Méndez Doninelli - Guatemala, 15 de mayo de
2020
En Guatemala ante la Covid-19, el gobierno derechista del
presidente Alejandro Giammattei, sigue improvisando sin
saber a ciencia cierta cómo atacar con eficacia y
eficiencia al virus silencioso, invisible y mortal. Aunque
existen protocolos de actuación del personal sanitario
recomendados por la Organización Mundial de la Salud
(OMS), para enfrentar y manejar la pandemia de la
Covid-19, después que hemos visto el ejemplo desastroso de
otros países que no siguieron las recomendaciones
establecidas y ahora que en Guatemala experimentamos un
elevado número de contagios que crece todos los días, los
guatemaltecos nos damos cuenta que dos meses después que
se declaró el estado de calamidad por esta crisis
sanitaria, los resultados no son satisfactorios ni mejores
al contrario parece que hay una involución, que otra vez,
estamos retrocediendo.
¿Por qué no hay hasta ahora, un plan para contener
eventualidades de esta naturaleza y atender la elevada
demanda humana que en este caso está generando la
Covid-19? Es acaso que hubo falta de claridad por parte de
los gobernantes, que no se dieron cuenta que lo peor
estaba por venir, que ya en estos momentos tenemos un
incremento exponencial de casos positivos que con
seguridad van a rebalsar el débil sistema de salud del
país.
Un ejemplo simple, el colapso anunciado de los hospitales
nacionales destinados exclusivamente para atender
pacientes positivos con Covid-19. Las camas agotadas,
carecen de insumos, medicamentos y equipos de bioseguridad
para protección del personal sanitario conformado por
médicos, enfermeras, técnicos, auxiliares. En otros, el
personal médico ha denunciado insuficiencia de personal,
impago de salarios, mala atención de alimentación a los
equipos sanitarios y falta de equipos de protección.
Ante el aumento de casos positivos, el presidente
Giammattei en reciente mensaje a la Nación, no aludió al
colapso de los hospitales nacionales ni tampoco al reclamo
de los equipos sanitarios. Al contrario, mantiene vigente
el toque de queda que ahora aumentó en una hora,
(involución), decretó nuevas medidas restrictivas, cerró
el país durante 72 horas contadas del viernes 15 al lunes
18 de mayo, significa que con contadas excepciones
impide la libre locomoción de personas y de vehículos.
He sostenido antes, que el confinamiento está haciendo
aguas entre la población, en particular los asuntos
económicos y de subsistencia diaria. Siendo Guatemala un
país donde abundan la pobreza y pobreza extrema, la
mayoría de la Población Económicamente Activa (PEA)
trabaja en el sector informal, por lo que el encierro
obligatorio les impide generar ingresos necesarios para
sobrevivir. Estas condiciones aumentan la angustia y
desesperación de muchos, que ya claman por ayuda y
alimentos porque después de dos meses de emergencia,
han agotado sus recursos y no han recibido ayuda o apoyo
gubernamental.
A las anteriores condiciones negativas y adversas que no
contribuyen al bienestar de las personas, su vida y salud,
se agrega la total opacidad que mantiene el gobierno con
relación al uso y gastos de miles de millones de quetzales
que semanas atrás, aprobó el Congreso Nacional para
atender las ingentes y urgentes necesidades que se
desprenden de la emergencia sanitaria. Es inaceptable que
a estas horas, el personal sanitario reclame insumos,
equipos de protección, medicinas y hasta mascarillas.
La opacidad es contraria a la transparencia y sugiere
corrupción, el presidente Giammattei está obligado a
rendir cuentas, es un deber constitucional.
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