El mejor antídoto es la alegría. El
miedo baja las defensas.
Para entender las razones geoestratégicas de la creación
del coronavirus, hay que partir de que el sistema
financiero mundial, representado por Wall Street, la City
de Londres y la Banca Rothschild está colapsado y que una
recesión global es inminente. Era pues imprescindible
echarle la culpa a algo externo al sistema para que la
masa desinformada se chupara ese confite.
Como parte de una guerra de quinta generación, el brote se
plantó en China, pues esta potencia, junto con Rusia,
constituyen la contraparte de Estados Unidos en el actual
mundo tripolar que vivimos, en el que el capitalismo
financiero especulador se enfrenta a la propuesta china de
encauzar al mundo por una productividad física de
mercancías que anule la especulación financiera como forma
principal de acumulación de capital, con lo que se
acabarían las guerras como formas hasta ahora
imprescindibles para estimular a la industria armamentista
y energética, que es el rubro productivo que nutre al
capital financiero para viabilizar sus operaciones
especulativas globales.
Hay otro aspecto de la guerra de quinta generación puesta
en marcha en este caso: el de la política de
despoblamiento mundial que el neoliberalismo aplica como
solución al crecimiento demográfico. En este caso, la
población-objetivo son los ancianos, pues el
neoliberalismo los considera improductivos e inútiles para
el sistema, y eliminarlos le resulta lucrativo.
En dos meses China logró controlar el brote. Pero en los
países que no tienen los recursos ni la voluntad política
de China, pues se alinean con los designios
geoestratégicos del Sistema Transatlántico, el brote será
más prolongado y matará más ancianos de los que
quisiéramos. Ese es uno de los objetivos de esta guerra de
quinta generación.
Es útil saber que debemos mantener nuestro sistema
inmunológico en buenas condiciones, y que lo que más
afecta a ese sistema y nos baja las defensas naturales del
organismo es el miedo. El miedo es una sana reacción
corporal ante un súbito peligro inminente. Pero si vivimos
en ese estado por mucho tiempo, nuestro sistema
inmunológico se deteriora. Por eso es que las noticias
infunden miedo. Evite entonces ver noticias que están
diseñadas para mantenerlo asustado a fin de que se
enferme. Diviértase. Alégrese. La informada conciencia
crítica es más fuerte que el sistema, pues éste sólo es
capaz de manipular borregos.